Inspiración en los antiguos egipcios
El interiorismo, como práctica y profesión, tiene más de 100 años de historia, aunque sus raíces se remontan hasta el Antiguo Egipto.
Los egipcios decoraban sus casas de barro con pieles de animales, textiles sencillos, murales gráficos tanto biográficos como espirituales, esculturas y urnas pintadas. Las llamadas ‘casas del alma’ de los diferentes períodos del Antiguo Egipto, con ventilación, pórticos, columnas, logias, ventanas y puertas, nos han permitido descifrar y conocer el diseño interiorista de varias dinastías egipcias.
Las civilizaciones griega y romana avanzaron al arte egipcio del interiorismo con la introducción de los accesorios decorativos, lo cual se convirtió en una manera de mostrar y celebrar su orgullo cívico que, en última instancia, desembocó en el invento de los edificios públicos con techos abovedados. Los griegos profundizaron en el concepto del diseño e incorporaron al interiorismo los muebles de madera con complejas decoraciones de marfil y plata, mientras que los romanos fusionaron la belleza y el confort en sus hogares. Ambas tendencias reflejaban un estatus económico, social y político.
De los paneles de madera al bienestar y la funcionalidad
En la Europa medieval, las varias guerras globales crearon un repentino movimiento hacia la exactitud.
Los años oscuros se caracterizaron por una tendencia basada en el mobiliario minimalista y totalmente práctico, elaborado con sombríos paneles de madera, y en los suelos elaborados a partir de losas de piedra. El interiorismo enmudeció debido a que los colores no existían y la fuente principal de materiales era la piedra.
Con el Renacimiento francés llegó una nueva visión que permitió que la inspiración floreciera fruto de la creatividad. Los arquitectos del momento empezaron a crear hogares y espacios con sustanciales notas decorativas como, por ejemplo, los suelos de mármol, la marquetería ornamentada y los muebles elaborados a partir de las materias más refinadas.
Posteriormente aparecieron el Barroco italiano y, hacia el siglo XVIII, el estilo Rococó, que repensó el interiorismo bajo la influencia del gres asiático, los estampados florales y los detalles exóticos.
En el siglo XX, la funcionalidad se convirtió en una de las claves. La aparición y rápido crecimiento de los electrodomésticos domésticos y, en concreto, la introducción en los hogares de las estufas, las lavadoras o los televisores supuso un nuevo reto para unos espacios que ya no solo podían ser estéticos.
El movimiento de los años 30 hasta hoy ha hecho emerger una interpretación suburbana más suave del Modernismo en la que los colores y los elementos naturales y rústicos han tenido una buena recepción y se han integrado bien en los interiores. La nueva tendencia defiende que la iluminación debe ser de formato sencillo para adaptarse a la funcionalidad de los hogares.
El interiorismo, en un sentido estricto, ha tratado de coordinar la arquitectura de los edificios para reflejar a aquellos que los habitan. El deseo por el interiorismo surgió con el desarrollo de la sociedad de clase media. La arquitectura y el diseño pragmático de edificios y espacios ganaron mayor popularidad, especialmente debido al mayor desplazamiento geográfico de personas durante la Revolución Industrial. El objetivo de hacer siempre un mejor uso del espacio, junto con un enfoque centrado en el bienestar y el diseño funcional, continúa liderando el desarrollo y las tendencias que hoy estamos experimentando.
La llegada de la tecnología ha aflojado los lazos y las puntillas del interiorismo. Los servicios y plataformas online como Pinterest e Instagram, y las apps con Realidad Aumentada, han tenido un impacto significativo en el sector, y también en el cliente, ya que han permitido experimentar una mayor transparencia a la vez que han acercado el interiorismo de gama alta a todo el mundo y todos los sectores.[1]
Una historia local con diseño interiorista
Obtén más información sobre cómo las soluciones de techo acústico de Rockfon han transformado el interiorismo.